Este informe presenta la evolución de las principales variables del mercado de trabajo y la distribución del ingreso en el último año, y en particular desde la asunción del nuevo gobierno, de acuerdo con los últimos datos disponibles.
Se destaca, en primer lugar, el incremento de la desocupación (de 6,5% en 2015 a 8,5% en 2016) y de la subocupación (de 8,4% promedio en 2015 a 10,6% en 2016). A su vez, es posible advertir que fueron los jefes de hogar quienes sufrieron en mayor medida una caída en el empleo, lo cual pone en situación de fragilidad a todo el hogar que convive con ese jefe.
En términos de categoría ocupacional, se redujo el peso en el empleo de los asalariados registrados, que son quienes tiene mayores ingresos en promedio y una situación de mayor estabilidad, y se incrementaron los no asalariados, que son en su mayor parte trabajadores por cuenta propia.
La información sobre empleo asalariado registrado provista por el Ministerio de Trabajo (la fuente de datos más actualizada) permite apreciar que entre noviembre de 2015 y febrero de 2017 en el sector privado se acumula una pérdida neta de 66.300 puestos de trabajo, mientras que en el sector público se sumaron 33.900 asalariados.
Las mayores caídas de puestos de trabajo registrados en el sector privado se observan en la industria, las actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler y la construcción. Sólo este último sector ha revertido su tendencia e iniciado una recuperación relativa en el segundo semestre de 2016, de la mano de cierto impulso a la obra pública. La industria, en cambio, no ha cesado en su descenso, afectada por los bajos niveles de consumo interno y la apertura importadora.
La remuneración real de los asalariados registrados sufrió una importante caída en 2016, en tanto los incrementos nominales de salario, en torno al 33%, quedaron muy por detrás de aumentos de precios del 41%. Si las negociaciones paritarias no reconocen explícitamente esa pérdida, los salarios reales volverán a caer en el presente año.
La caída en los ingresos provenientes del trabajo afectó en mayor medida a los trabajadores que menos ganan. Así, La brecha entre el 10% que más gana respecto del 10% con menores ingresos pasó de 16,8 en 2015 a 20,1 veces en 2016.