Venezuela, Brasil y la Argentina, parecidos y diferencias

Lo que asombra no es que el gobierno de Maduro intente aferrarse al poder incumpliendo todas las reglas de la democracia. Lo notable es cómo desde Chávez las políticas económicas han estado asfixiando a la “gallina de los huevos de oro”, con una caída tendencial de la producción petrolera que debilita las garantías a ofrecer para acceder al crédito externo, lo que ha llevado a la reciente operación con Goldman Sachs, por la cual Venezuela acepta devolver 3,8 mil millones de dólares de aquí a 2022 a cambio de 865 millones ”cash”.

Sin llegar a esos extremos, más al sur de América latina pueden encontrarse casos análogos, de “auto-atentados” sobre la economía originados en la compulsión de los gobiernos por el manejo de los recursos estatales. Cuando en 2008 la ex presidenta de la Argentina impulsó las “retenciones móviles” a las exportaciones agroindustriales, se vio claro como la avaricia fiscal podía llegar a socavar la capacidad productiva del país en su sector más competitivo. Y, en Brasil, el valor de mercado de Petrobras llegó a achicarse en 16 veces, desde 316 mil millones de dólares en mayo de 2008 a 19 mil millones en enero de 2016, a medida que salían a luz los casos de corrupción.

Por vertientes distintas, Brasil y la Argentina están logrando alejarse del camino venezolano, pero los logros son todavía focalizados y distan de ser profundos y generalizados. En nuestro país, el avance es más nítido en el plano político, pero no tanto en el judicial, mientras que en Brasil ocurre a la inversa.

Fuente: Fundación Mediterranea

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