La Comisión Europea ha presentado un Plan de Acción para promover la innovación en el sector
financiero, fijando la hoja de ruta sobre fintech en Europa. La mayoría de las iniciativas son positivas para
el mercado financiero de la UE, pero se necesita más ambición si Europa quiere convertirse en un hub
para el fintech a nivel global.
El 8 de marzo de 2018 la Comisión Europea hizo público su tan esperado Plan de Acción sobre fintech «Por un
sector financiero europeo más competitivo e innovador». Poco después, la Autoridad Bancaria Europea (ABE)
también publicó su Hoja de Ruta sobre fintech. En conjunto, estas publicaciones marcan las líneas maestras del
trabajo de las autoridades europeas en este ámbito hasta mediados de 2019.
Fintech, entendido como innovación tecnológica en servicios financieros, ofrece muchas oportunidades para el
mercado europeo y sus consumidores. Pero, al mismo tiempo, la evolución de la tecnología y las nuevas
dinámicas del mercado también plantean desafíos y nuevos riesgos para la protección de los consumidores y la
estabilidad e integridad del sistema financiero. Como resultado, las autoridades financieras europeas se enfrentan
al reto de proporcionar un marco regulador que alcance el equilibrio entre la promoción de estas propuestas
digitales de valor y la protección contra los riesgos asociados, garantizando al mismo tiempo un terreno de juego
equilibrado para todos los proveedores de servicios financieros en la Unión Europea.
A pesar de reconocer la existencia de estos beneficios y riesgos, la Comisión ha sido cauta y pragmática a la hora
de definir sus próximas medidas. Por ahora, la Comisión se ha centrado en profundizar en la comprensión de los
nuevos avances tecnológicos y del mercado, así como en su impacto en términos de los objetivos tradicionales de
la regulación financiera. Si bien este enfoque parece razonable y necesario para evitar un exceso de
reglamentación que podría obstaculizar la innovación, podría retrasar la adopción de medidas concretas que
acelerarían el proceso de integrar con éxito la innovación tecnológica en beneficio de los consumidores en el
mercado único y contribuirían al liderazgo europeo en los servicios financieros mundiales. Tras esta fase
exploratoria, corresponderá a la próxima Comisión Europea acelerar la aplicación de las medidas necesarias.
A pesar de esta cautela, el Plan de Acción esboza varias medidas que persiguen el objetivo antes mencionado de
lograr la igualdad de condiciones para todos los proveedores de servicios financieros. Para ello, la Comisión ha
definido medidas en tres direcciones: i) facilitar que nuevos modelos de negocio innovadores alcancen mayor
escala en el mercado único, ii) permitir que el sector financiero haga uso de los rápidos avances de las nuevas
tecnologías y iii) aumentar la ciberresiliencia del sector financiero de la UE. Además, la Comisión Europea ha
hecho gran hincapié en la cooperación y, como resultado, ha creado varios foros y grupos de trabajo con el
objetivo de reunir al sector privado y a las autoridades pertinentes a nivel nacional y de la UE. Esto puede
contribuir a que las autoridades de la UE aprovechen los conocimientos tecnológicos y normativos del sector
financiero, que pueden contribuir de forma valiosa a la labor de las autoridades en los tres ámbitos mencionados.