El acuerdo con el FMI, aún pendiente de aprobación por parte de su Directorio, refleja
una decisión firme del gobierno nacional de avanzar en la solución concreta del
principal problema económico de Argentina, el déficit fiscal. Con la eliminación del
déficit fiscal bajará la inflación y consecuentemente se achicarán todas las distorsiones
generadas por este fenómeno.
En efecto, se establecieron niveles de déficit primario inferiores a los previstos
originalmente en las metas para los años 2019, 2020 y 2021. Del 2,7% del PIB previsto
para este año, el camino descendente será 1,3%, 0% y superávit del 0,5% del PIB en
2021. Lo relevante de esta baja del déficit es que estará sostenida en una baja del
peso del gasto público, manteniéndose invariable la senda decreciente de presión
tributaria derivada de la ley de reforma tributaria vigente.