El alcance y efecto, en mucho casos impredecible, que las tecnologías digitales están teniendo en la mayoría de
las actividades sociales y económicas, llama a reflexionar constantemente sobre las definiciones tradicionales en
materia de estructura de mercados, modelos de negocios y organización industrial. En este escenario, el diseño de
la política se enfrenta al desafió de promover la innovación tecnológica y social para impulsar los compromisos de
inclusión y desarrollo sostenible definidos en el marco de la Agenda 2030. Para esto se requiere de un rol proactivo
del Estado, y que este coordine y diseñe instrumentos que provean los incentivos necesarios para aprovechar la
digitalización con fines de desarrollo.
Los países de América Latina y el Caribe muestran avances considerables en este sentido, pero los desafíos
también son evidentes, el progreso tecnológico sigue siendo exógeno y vinculado principalmente a la demanda.
Las estrategias digitales deben fortalecerse y renovarse, reconociendo el nuevo ciclo tecnológico y favoreciendo a
la cooperación regional como un elemento que permita aprovechar las economías de escala y de red basadas en
las similitudes culturales y lingüísticas. El Plan de Acción sobre la Sociedad de la Información y del Conocimiento
de América Latina y el Caribe (eLAC2015), fue un paso importante en este sentido que buscaba consolidar un
compromiso común hacia 2018.
La medición, en este proceso de revisión y diseño de políticas, es un elemento esencial para la toma de decisiones.
Con este fin, el siguiente informe ofrece un análisis estadístico para hacer una evaluación de los objetivos de la
Agenda Digital para América Latina y el Caribe (eLAC2018), examinando los progresos y planteando los retos
pendientes hacia 2020, con la finalidad de facilitar el diálogo político que tendrá lugar durante la Sexta Conferencia
Ministerial sobre la Sociedad de la Información en América Latina y el Caribe.
Es importante resaltar los desafíos que la región tiene en materia de medición de la economía digital. Los
compromisos de desarrollo requieren indicadores que den cuenta del impacto de las acciones de política en
distintos ámbitos, sectores y grupos. Por ello es necesario contar con una producción armonizada de indicadores
básicos en áreas como la salud, la educación y el gobierno, pero también el desarrollo de nuevas metodologías y
métricas que permitan conocer la dinámica tecnológica.
La Agenda Digital para América Latina y el Caribe (eLAC2018) se ha convertido en un referente regional para el
desarrollo de políticas digitales, además de un espacio útil de cooperación entre gobiernos y actores de la sociedad
civil, el sector privado y la comunidad técnica de América Latina y el Caribe. Esta iniciativa ha permitido el
intercambio de experiencias, la elaboración de estudios y la capacitación, entre otras actividades, pero, sobre todo,
ha sido un espacio que promueve la integración y la cooperación regional.