Las estimaciones preliminares para el año 2016 sugieren un preocupante aumento de la tasa de pobreza de ingresos en América Latina por segundo año consecutivo. El aumento es pequeño – un punto porcentual entre 2014 y 2016 – pero marca un contraste con la continua caída de la pobreza en el período 2003-2014. El desempeño negativo de Brasil es determinante en el resultado global desfavorable de 2016, pero aun excluyendo a ese país las estimaciones indican un estancamiento en el nivel de pobreza de la región. Las dificultades económicas que atraviesan muchos países de América Latina están conspirando contra la lucha efectiva por reducir la pobreza de ingresos.
Este reporte documenta la evolución de la pobreza de ingresos en América Latina, estimada a partir de microdatos de las encuestas de hogares y encuestas de empleo de todos los países de la región. 1 En particular, se reportan estimaciones propias de la tasa de pobreza de ingresos utilizando una línea de pobreza común para cada país de 4 dólares por día por persona a paridad de poder de compra. 2 Durante la mayor parte de la década del 2000 América Latina logró reducir la pobreza a un ritmo sostenido. La tasa de pobreza global de la región se redujo aceleradamente entre 2003 y 2008 (1.9 puntos por año), coincidiendo con un período de crecimiento económico extraordinario y una sostenida reducción de la desigualdad. A partir de ese año el ritmo de caída de la pobreza regional se desaceleró a menos de la mitad (0.8 puntos por año en promedio entre 2008 y 2014), como producto de menores tasas de crecimiento económico y de la desaceleración en la caída de la desigualdad. Los últimos dos años muestran signos de una dinámica preocupante.
El porcentaje de personas con ingresos inferiores a 4 dólares por día en la región aumentó de 23.7% en 2014 a 24.2% en 2015, y a 24.7% en 2016, de acuerdo a nuestras estimaciones preliminares. Este incremento es relativamente pequeño y no está generalizado a todos los países de la región, pero no deja de ser preocupante. Dado el crecimiento poblacional, estos resultados implican que la cantidad de personas pobres en la región se habría incrementado en alrededor de 9 millones en los últimos dos años. Los resultados globales negativos para la región están en gran parte determinados por el impacto que la crisis de Brasil tuvo en su tasa de pobreza. Si se ignora a ese país, la pobreza global en América Latina no aumenta, pero se mantiene estancada entre 2014 y 2016.3 Estos resultados reflejan las dificultades de la mayoría de los países de la región para consolidar tasas de crecimiento económico satisfactorias, lo que impide mantener mercados laborales dinámicos y obstaculiza el sostenimiento del ritmo de reducción de la pobreza.