A partir de octubre comenzó a implementarse el nuevo marco de política monetaria. El BCRA se comprometió
a no aumentar el saldo de la base monetaria por encima del nivel promedio que presentó en septiembre ($1,271
billones). En octubre se cumplió con la meta establecida: el saldo promedio mensual de la base monetaria
resultó $1,252 billones, 1,5% por debajo del nivel de septiembre
La instrumentación del nuevo marco se realiza mediante subastas diarias de LELIQ, en las que diariamente se
anuncia un monto indicativo de colocación y la tasa de interés mínima. La cantidad de LELIQ adjudicada determina
la expansión diaria de la base monetaria y la tasa de interés de corte. A fin de octubre, la tasa promedio
resultante de la colocación de las LELIQ se ubicó en 68%, frente al 65% que había sido fijado a fines de septiembre.
Para absorber la expansión asociada a la continuación del proceso de desarme de LEBAC, en octubre el BCRA
dispuso un aumento de 3 p.p. de los requisitos de efectivo mínimo sobre los depósitos en pesos, que pueden
integrarse con LELIQ.
También dispuso que el aumento de la exigencia de encaje correspondiente al crecimiento de los depósitos a
plazo pueda integrarse completamente con LELIQ. Esto favoreció el traspaso de la tasa de LELIQ hacia la de
plazo fijos. La TM20 de bancos privados promedió 53,8% en octubre, 10,2 p.p. por encima de septiembre,
mientras que la BADLAR de bancos privados promedió 50,7%, 8,9 p.p. más que el mes pasado.
Los mejores rendimientos propiciaron que los depósitos a plazo pasaran de un crecimiento nominal promedio
mensual de 3,5% en el trimestre julio-septiembre a 10,5% en octubre. Parte de este crecimiento estuvo nutrido
por los fondos liberados de la renovación parcial de las LEBAC y también por parte de las colocaciones que
antes estaban a la vista.
Los préstamos en pesos al sector privado continuaron con la tendencia descendente que vienen mostrando
desde mediados de año. En términos reales y ajustados por estacionalidad, presentaron una caída de 5,3% en
octubre, observándose una disminución generalizada en todas las líneas de crédito. La evolución de los préstamos
a las empresas (no agropecuarias) tuvo como correlato el desarme de parte de su posición en divisas,
lo que refleja la sustitución de fuentes de fondeo.