Informe Económico Semanal #436

Esta semana, el Poder Ejecutivo envió al Congreso de la Nación el Proyecto de Ley del Presupuesto Nacional 2018 (PPN-18). El mismo contempla una reducción del déficit fiscal, reafirmando la estrategia de gradual recuperación del equilibrio de las cuentas públicas, algo que ayudaría a consolidar un escenario de mayor previsibilidad y estabilidad, con una economía que continuará expandiéndose, junto con una inflación en baja y tranquilidad cambiaria. La pauta macroeconómica más saliente del escenario previsto en el PPN-18 viene dada por una economía que profundizará la expansión verificada este año, con una proyección de crecimiento del PBI de 3,5%, tras una suba de 3% en 2017. De esta forma, por primera vez en un lustro, el Producto Bruto crecería dos años seguidos, culminando con el estancamiento que afecta a la Argentina desde 2011. La consolidación de la expansión en curso vendría de la mano de un importante avance de la inversión (+12%), junto con un alza del consumo privado del 3,3%, mientras que el consumo público se moderaría, expandiéndose sólo 1,3%. En paralelo, impulsadas por el avance de la actividad agregada, las importaciones seguirían creciendo a un ritmo más acelerado que las exportaciones, aunque estas últimas también se verían beneficiadas por la recuperación brasileña. El escenario planteado para el año próximo considera también una profundización del proceso de desinflación, junto con una depreciación moderada del peso. En lo que respecta a la evolución de los precios, el PPN-18 se ciñe a las metas que plantea el BCRA (10%, +-2% en 2018), proyectando una inflación promedio de 15,7% para el año próximo. En este punto, las proyecciones volcadas en el proyecto de ley se muestran algo más positivas que lo estimado por el consenso de los analistas, aunque lo más relevante es que en ambos casos se prevé un descenso de la inflación hasta niveles no observados desde el año 2006. El tipo de cambio, en tanto, pasaría de un promedio de $16,70 este año a $19,30 en 2018, lo cual representa una depreciación de 15,6%. En materia fiscal, el presupuesto considera un leve descenso de la recaudación en términos del Producto, que pasaría de 24,9% a 24,6%, aunque esto se debe a los recursos que aportó el Régimen de Sinceramiento Fiscal, que sumaron este año 0,4 puntos del PIB. En un escenario de expansión económica, el principal impulso a la recaudación provendría de los tributos vinculados al nivel de actividad, como el IVA (que crecería 20,5%) y el impuesto a los débitos y créditos (+18,9%). Paralelamente, las contribuciones a la seguridad social aumentarían 22,2%, por la recuperación del empleo y un menor nivel de informalidad. Por otra parte, los derechos de importación acompañarían el dinamismo de las compras externas (+24,3%), al tiempo que los derechos de exportación verificarían un crecimiento más moderado (+14,5%), como resultado de la gradual baja de aranceles al complejo sojero. En lo que hace a la evolución de las erogaciones, el gasto primario presentaría un incremento de 15,1% en 2018 (0,6 puntos por debajo de la inflación promedio), colocándose en línea con lo que marca el Proyecto de Ley de Responsabilidad Fiscal. En términos del Producto, el gasto primario experimentaría una caída de 1 punto porcentual, de 23% en 2017 a 22% en 2018, acumulando de esta manera un descenso de 2,4 puntos desde 2015. Continuando con la tendencia observada ya este año, la moderación de las erogaciones se daría, a su vez, en un marco de progresiva reorientación del gasto, en el que el gobierno continúa relegando a un segundo plano los subsidios económicos (fundamentalmente los energéticos), destinando mayores recursos al gasto de carácter social. En lo que hace al gasto en infraestructura, se observaría un incremento de 21,5%, aunque con variaciones mucho más moderadas en Energía y Transporte (1,9% y 5,4%, respectivamente), dos ámbitos en los que se espera que pasen a jugar un rol más destacado los programas de participación público-privada (PPP). Sobre la base de estas proyecciones de ingresos y gastos, el PPN-18 estima un déficit primario de 3,2% del PIB para el año próximo, frente a un “rojo” de 4,0 puntos en 2017. Así, se estaría sobre-cumpliendo la meta originalmente prevista para este año (4,2% del PBI), junto con una corrección del déficit primario de 0,8 puntos en 2018 y 1 punto porcentual en 2019, llegando a 2,2% del PIB al final del mandato de la actual administración. Al igual que este año, las necesidades de financiamiento serían cubiertas, en buena medida, con acceso a los mercados internacionales de crédito, aunque de acuerdo a las autoridades del Ministerio de Finanzas los montos de deuda a emitir serían inferiores, atendiendo al descenso que experimentaría el déficit primario y los menores vencimientos de capital. En este punto resulta interesante la evolución que viene mostrando la prima de riesgo país, que llegó a ubicarse esta semana en 374 puntos básicos, su nivel más bajo en una década, lo cual refleja la mayor confianza que despierta el proceso de ordenamiento fiscal y macroeconómico en marcha.

Fuente: Banco Ciudad

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