El déficit externo de la economía

La economía argentina continúa con problemas de generación de divisas para funcionar de manera sostenible a largo plazo. Las ventas externas del país no alcanzan para financiar las salidas de divisas que son producto de las importaciones de bienes, la adquisición de servicios en el exterior y las transferencias de utilidades de las empresas y de las personas. La situación no es nueva, ya que lleva varias décadas afectando a nuestra economía.

El intercambio comercial de bienes, por el que se provee a la economía de los productos y bienes que la economía demanda y requiere, también permite colocar los bienes nacionales en el mercado internacional. Pero no es el único intercambio de la economía. También se mantiene un flujo regular de adquisición y exportación de servicios con el mundo, un flujo de transferencias monetarias y un movimiento de capitales que entran y salen del país. Una parte del mismo, no menor, no está declarado y tiene un impacto considerable.

Este conjunto de relaciones son los que determinan el resultado de las transacciones del país con el exterior, que hacen que el país sea un receptor o emisor neto de divisas. Un ingreso regular de divisas a largo plazo fortalece el valor de la moneda local y le da previsibilidad y sustentabilidad a la política económica con el paso de los años. El primer tipo de relaciones comentadas corresponde al del intercambio comercial de bienes. Las cifras difundidas por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) sobre los primeros cinco meses de 2017 muestra un aumento de las exportaciones argentinas de 1,6% contra el año anterior, al pasar de 22.550 a 22.910 millones de dólares. Por su parte, las cifras sobre importaciones indican un aumento de 12,4% en el mismo período, al pasar de 22.040 a 24.770 millones de dólares.

Este diferente ritmo de incremento a favor de las compras externas ha provocado que se revirtiera la balanza comercial que se había logrado en 2016, al pasar de un superávit de 485 millones el año pasado, a un déficit de 640 millones en los primeros cinco meses de 2017. Al analizar las ventas al exterior por grandes rubros, la información del INDEC muestra que en los primeros cinco meses del año las exportaciones de productos primarios disminuyeron un 5,4%, y las manufacturas de origen agropecuario (MOA) lo hicieron un 1%. Por otro lado, las ventas de productos industriales (MOI) se incrementaron un 10,6% y las exportaciones de combustibles lo hicieron en un 19,6%. Con estos valores, la canasta de las exportaciones se compone en un 26,1% por bienes primarios; en un 40,5% por Manufactura de Origen Agropecuario, en un 29,5% por Manufacturas Industriales y en un 3,9% de exportaciones de combustibles y energía. Desde el lado de las importaciones analizadas por uso económico, los bienes de capital aumentaron un 18,4%; los bienes intermedios 3%; los combustibles y lubricantes un 30,8%; las piezas y accesorios para bienes de capital 0,5%; los bienes de consumo 16%; y los vehículos automotores de pasajeros un 43%.

La composición de las importaciones analizadas por este tipo de uso muestran que 27,4% de las mismas representan bienes intermedios; 21,5% bienes de capital; 19,5% piezas y accesorios para bienes de capital; 13,3% bienes de consumo; 9,8% vehículos automotores de pasajeros y 8% combustibles y lubricantes. El análisis de las importaciones de productos intermedios (que aumentaron 3%) muestra las dificultades que arrastra actualmente el sector industrial para crecer y generar valor. Mientras los Suministros industriales elaborados se redujeron un 0,5%, los Alimentos y bebidas elaborados para la industria crecieron un 84%.

El Indicador Mensual Industrial que publica el INDEC para los primeros cinco meses de 2017 muestra de algún modo esta situación: una reducción de la actividad industrial del 1,4%, a pesar de que el valor del mes de mayo, respecto del mismo mes de 2016, ha mostrado el primer aumento de la serie desde inicios de 2016, aumentando 2,7%. El detalle del desempeño de los diferentes sectores industriales en los primeros cinco meses del año, muestra aumentos en la industria automotriz (4,1%), la industria metalmecánica (excluida la industria automotriz) (3,1%) y las industrias metálicas básicas (2,3%). Y se observan caídas en los sectores de productos de caucho y plástico (-1,7%), la industria alimenticia (-1,1%), productos minerales no metálicos (-2,4%), industria química (-1,6%), industria del tabaco (-11,8%), la industria textil (-17,9%), la edición e impresión (- 7,7%), el bloque de papel y cartón (-5,4%) y la refinación del petróleo (-2,7%).

Al analizar los datos de la industria del mes de mayo respecto del mismo mes de 2016, se observa un comportamiento un poco mejor: subas en la industria automotriz (17,4%), la metalmecánica (excluida la automotriz) (11,6%), los productos de caucho y plástico (5,9%), la industria alimenticia (3,9%), los productos minerales no metálicos (2,7%), las industrias metálicas básicas (2,6%) y la industria química (0,5%). Por otra parte, se registran caídas en la industria del tabaco (-15,2%), la industria textil (- 13,3%), edición e impresión (-11,9%), papel y cartón (-10,2%) y la refinación del petróleo (-0,4%).

Volviendo al intercambio comercial, al analizar el comportamiento conjunto de importaciones y exportaciones por secciones y capítulos de la Nomenclatura Común del Mercosur, se puede apreciar más cabalmente el desafío que enfrenta la economía argentina en el mercado mundial. Al analizarse integradamente el comportamiento de las compras y las ventas externas en los primeros cinco meses del año, se pone de manifiesto las dificultades de competitividad e inserción de los diferentes sectores económicos. Esto queda en evidencia a medida que aumenta el nivel de agregación de valor del sistema industrial. Las primeras secciones, correspondientes a productos primarios, mantienen saldos superavitarios en el comercio, mientras que los sectores más industrializados experimentan importantes déficits comerciales.

Además de la entrada o salida de divisas, estos resultados generan tensiones que afectan la actividad sectorial y el empleo de las diferentes cadenas de valor. El déficit industrial de los 5 meses del año (medido a través de las secciones del NCM) ha sido de alrededor de 14.000 millones de dólares.

Fuente: AIERA

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