Economía fortalecida pero aún con importantes desafíos por delante

El inicio del año en el plano internacional se presenta un tanto más
complejo de lo que se hubiera esperado hace algunos meses, con un
escenario de mayores tasas de interés, con posibles reversiones en los flujos
internacionales de fondos y una creciente incertidumbre respecto de la
dinámica del comercio mundial en caso de que las amenazas de guerra
comercial se materialicen.
Este entorno global más desafiante encuentra, sin embargo, a una economía
argentina en camino de ir acomodando sus desequilibrios y, por lo tanto,
relativamente más fortalecida para poder enfrentarlo. Esto se puede apreciar
desde diferentes perspectivas:
• En 2017 el ritmo de actividad creció un 2,9% en términos interanuales, impulsado fuertemente por la demanda de inversión que creció a un ritmo del 11,3%, mostrando el registro más alto desde 2011 y alcanzando el equivalente al 20,5% del PIB. El consumo privado, que es el principal componente de la demanda, también mostró un
sostenido crecimiento y terminó el año un 3,6% arriba.
• Desde el punto de vista fiscal, los resultados alcanzados en 2017 permitieron sobrecumplir la meta fiscal, que tenía un objetivo de déficit primario sobre PIB de 4,2%, y terminó alcanzando el 3,8%.
• La recuperación económica de Brasil, en la medida en que no se aborte por el contexto internacional, probablemente contribuya a motorizar parte del sector industrial local de la mano de las exportaciones, ya que más del 60% de los envíos al vecino país lo constituyen las manufacturas de origen industrial. En el inicio del año, el crecimiento mostrado por el Estimador Mensual Industrial indicaría la continuidad de la senda de
crecimiento iniciada el año pasado por el sector industrial.
• El mercado de trabajo, por su parte, también mostró señales de recuperación. La cifra de desempleo del cuarto trimestre de 2017 fue inferior a la del año pasado (7,2% vs 7,6%) en un contexto donde además creció 1,1% la tasa de empleo (43% vs 41,9%).
No obstante, y luego de un año en el que se fue consolidando la recuperación, Argentina enfrentará un 2018 algo más restrictivo que el año pasado. Por lo tanto, deberá monitorearse el compromiso del Gobierno con el sendero establecido de ajuste del gasto público, que permita reducir la necesidad de monetización de la deuda que financia el
déficit fiscal y, consecuentemente, posibilitar una política monetaria más efectiva en el control de la inflación. Todo ello en un contexto en el cual la retracción de la demanda agregada no afecte la recuperación del consumo y del crecimiento, lo que en definitiva posibilita la reducción relativa del peso del sector público en la economía.
Por su parte, el impulso ganado en 2017 debe permitir seguir trabajando en mejorar la productividad de la economía, de modo tal de fortalecer genuinamente la competitividad
de largo plazo para alcanzar una senda de crecimiento sostenido y sustentable.

José María Segura
Economista Jefe de PwC Argentina

Fuente: PWC

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