Los censos dirigidos a un sector de actividad económica constituyen una fuente única
por el detalle de la información que recopilan y por la amplitud de su cobertura geográfica.
Son operativos estadísticos que requieren de la movilización y coordinación de
importantes recursos humanos, logísticos, físicos y financieros, y su realización exige
un considerable tiempo de preparación.
En la Argentina, los censos nacionales a la actividad minera son realizados por el INDEC
en conjunto con la Secretaría de Minería de la Nación, y requieren de la participación
de las Direcciones Provinciales de Minería (DPM), el Servicio Geológico Minero
Argentino (SEGEMAR) y las Direcciones Provinciales de Estadística (DPE).
En la presente publicación se describen los aspectos generales del Censo Nacional a la
Actividad Minera 2017: los antecedentes, el marco jurídico, los objetivos y la importancia
de realizar el censo; luego se aborda el marco conceptual, detallando la cobertura
sectorial y clasificadores, el período de referencia, la unidad de observación, el universo
de estudio, la temática censal e instrumento de relevamiento; seguidamente se detallan
los aspectos operativos: la planificación, estructura censal, cobertura geográfica,
uso del dispositivo electrónico y sistemas de información geográfica, capacitación,
campaña de sensibilización, seguimiento y control del operativo; en la sección de procesamiento,
revisión y análisis de los datos censales se detalla el método de captura
y validación automática, la validación central, el análisis integral y conformación de
tabulados, y el proceso de imputación.
Por último, se exponen los principales resultados del Censo Nacional a la Actividad
Minera 2017 (CENAM-17), cuyo período de referencia es el año 2016. Estos datos brindan
un conjunto integrado de información referida a la producción en yacimiento y el
beneficio en planta de los minerales metalíferos, no metalíferos y rocas de aplicación, el
personal ocupado –género, grupo etario, nivel educativo, cargo– y salarios, formación
bruta de capital fijo –bienes de uso y activos intangibles–, integración de la producción,
perfil de los establecimientos productivos, gestión ambiental –uso del agua, generación
de residuos, consumo de energía eléctrica y combustibles, monitoreo y plan de
contingencias– y certificación de normas.