Análisis de la demanda de capacidades laborales en la Argentina

Síntesis Ejecutiva

 El mundo se encuentra avanzando aceleradamente hacia una cuarta revolución
industrial, caracterizada por los avances en la robótica, la genética, la inteligencia
artificial, la nanotecnología, las impresiones 3D, la biotecnología e Internet de las cosas,
entre otros desarrollos, al tiempo que se profundiza la globalización de las cadenas de
valor.
 A nivel local, en 2016 se ha iniciado un nuevo ciclo político y económico que alterará
significativamente la dinámica de los sectores productivos, incentivando a la expansión
productiva y de la inserción internacional de algunos y obligando a otros a
reestructurarse.
 En el marco de una economía más expuesta a las presiones de la competencia
internacional, las empresas tendrán incentivos a adecuarse tecnológicamente y mejorar
sus procesos, prácticas laborales y productividad para mantenerse competitivas en el
mercado. Y ello conllevará necesariamente una mayor absorción de mano de obra
calificada, en detrimento de trabajadores con bajos niveles de instrucción,
profundizando la tendencia actual.
 En este escenario, se realizó un relevamiento a empresas de los diferentes sectores
productivos, incluyendo una encuesta y entrevistas personales a responsables de
Recursos Humanos para elaborar una línea de base que mida las brechas de habilidades,
identifique los perfiles más demandados y establezca las tendencias de demanda de
conocimientos y habilidades técnicas en los próximos años en pos de mejorar el diseño e
implementación de políticas públicas en educación técnica de Argentina.
 Del relevamiento surgen resultados interesantes en pos de identificar las principales
problemáticas e inquietudes de las empresas en términos de su demanda laboral y
poder trabajar en la mejora de la oferta educativa.
 El primer resultado destacable es que un muy elevado número de empresas ha tenido
dificultades para incorporar personal idóneo para tareas de perfil técnico.
 Ello en un contexto en que las búsquedas de personal se han mantenido dinámicas: pese
a la coyuntura de estancamiento de la actividad económica y de la creación de empleo
privado, las empresas se ven impulsadas a incrementar la participación de personal
calificado en sus plantas y establecimientos productivos para hacer frente a la
incorporación de nuevas tecnologías, estándares de calidad y procedimientos. Es así
como, durante el último año, 7 de cada 10 empresas han buscado incorporar personal
de perfil técnico. Sin embargo, la mitad de ellas se encontró con dificultades para
conseguir perfiles que cumplieran con los requerimientos de los puestos ofrecidos.
 Las dificultades se incrementan cuanto mayor es el tamaño de la empresa, en función de
los estándares de calidad más exigentes y la utilización de tecnologías más avanzadas. A
nivel regional, las regiones más alejadas del centro geográfico, demográfico y económico
del país manifiestan mayores dificultades, especialmente la Patagonia y el NOA. A nivel
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sectorial, las industrias metalmecánicas y las intensivas en mano de obra, y los servicios
de software, son las que se enfrentaron a mayores complicaciones para contratar.
 Los principales limitantes se relacionan con la falta de competencias técnicas o
“habilidades duras” de los postulantes como también la falta de experiencia para la
tarea a desarrollar. Pero, más allá de las competencias del aspirante, se observan
indicadores de escasez de oferta en relación a la demanda. En 2 de cada 10 respuestas
se afirma que hubo una falta de postulantes al puesto ofrecido. Las habilidades
“blandas” o socio-emocionales no son hoy los factores más determinantes para las
contrataciones pero existe consenso en que ganarán relevancia en el próximo
quinquenio entre las habilidades valoradas en el trabajador.
 La falta de competencias técnicas y de experiencia de los aspirantes son preocupaciones
que atraviesan a todos los sectores, tanto a nivel de producción primaria como en la
transformación industrial y en las industrias de servicios.
 Los perfiles más difíciles de conseguir para las empresas son los técnicos mecánicos y
electromecánicos, que son absorbidos transversalmente por distintas actividades
productivas, y los especialistas en informática/programación y electrónica, frente a la
tendencia a la incorporación de software industriales a lo largo de todo el proceso de
diseño, fabricación, control y gestión en los establecimientos productivos.
 La escasez de mano de obra con las capacidades requeridas en el mercado se relaciona
en buena medida a las deficiencias en la Educación Técnico Profesional (ETP),
principalmente a nivel secundario. Los empleados con este nivel educativo son los que
presentan una peor percepción por parte de las empresas en cuanto a la preparación del
personal. Casi el 30% de las empresas considera que los empleados o aspirantes no
presentan la preparación adecuada. A nivel de las Instituciones de Enseñanza Superior
Técnica, la percepción de calidad mejora respecto de la educación secundaria.
 Al consultar a las empresas por su percepción sobre los recursos humanos de
orientación técnica –tanto empleados como nuevos postulantes- de acuerdo a su nivel
de instrucción, el nivel de conformidad es aceptable, especialmente en cuanto a la
formación superior. Sin embargo, la dinámica observada enciende una alerta: cuando se
consulta a las empresas sobre los aspirantes a su primer empleo (donde se ven más
nítidamente los resultados de la ETP), la percepción negativa aumenta
significativamente, superando el 50% a nivel secundario. Si bien ello puede estar
influenciado por una idealización subjetiva del pasado, numerosas empresas han
destacado, pese a los avances de estos últimos 10 años, las diferencias entre el nivel de
formación de los técnicos actuales y aquéllos de tres décadas atrás.
 Lo que es claro es que las mayores dificultades en términos de la Educación Técnica se
hallan en el nivel Secundario. A nivel sectorial, la disconformidad es más elevada en la
industria manufacturera.
 En relación a las deficiencias percibidas en la ETP por parte de las empresas, en función
de sus experiencias con los empleados egresados de estas instituciones, la insuficiencia
de habilidades prácticas a la hora de insertarse en el ámbito laboral aparece como la
más destacada. Ello incluye tanto las actividades prácticas dentro de los centros
educativos como en experiencias de trabajo en establecimientos productivos.

En cuanto a la pertinencia de los contenidos, también aparecen brechas de formación en
conocimientos específicos y una necesidad de actualización frente al estado de la
industria.

 Las limitaciones de personal calificado impactan directamente sobre la competitividad
de las empresas, principalmente al afectar los niveles de productividad laboral y
funcionar con sobrecostos, o bien por atentar contra la consecución de los estándares
de calidad requeridos por el cliente. Asimismo, 1 de cada 4 empresas afirma haber
suspendido o demorado el desarrollo de nuevos productos o servicios, la introducción
de cambios tecnológicos o de procesos, de certificaciones de calidad, o de prácticas
laborales. Estos impactos se evidencian a nivel transversal en todos los sectores
productivos.
 Ello genera un gran desafío para el sistema educativo y para la industria argentina:
lograr una mejora en la disponibilidad y calidad del capital humano será clave para
alcanzar el salto de productividad necesario para sostener una trayectoria de
crecimiento de largo plazo, en un contexto global y regional altamente competitivo.
 Frente a los limitantes de mano de obra calificada, la gran mayoría de las empresas
manifiesta contar con algún programa de capacitación del personal. Ello les permite
cubrir determinados saberes para tareas específicas, aunque en general no alcanzan a
suplir (ni es eficiente que lo hagan) los conocimientos de los marcos teóricos más
amplios que envuelven a sus tareas habituales. Es decir, la capacitación interna a la
firma no sustituye sino que complementa a la ETP.
 Un dato destacable es que apenas un 11% de las empresas recurrieron a convenios con
instituciones educativas para sus capacitaciones. Sin embargo, casi el 70% considera que
un programa de re-entrenamiento del personal técnico en convenio con instituciones
educativas sería una importante contribución para mejorar el desempeño laboral. Ello
brinda espacio de acción para la articulación entre instituciones educativas y científicas y
el sector productivo. El vínculo más estrecho entre la Educación y la actividad productiva
es una cuestión ampliamente demandada por las empresas.
 Mirando a futuro, se prevé que en los próximos 5 años la demanda de empleo calificado
de perfil técnico/operativo se incrementará en los sectores productivos a nivel general.
Ello se explica tanto por las expectativas de recuperación del crecimiento económico y
del inicio de un ciclo de inversiones, como por los procesos de reingeniería, tecnificación
y profesionalización del trabajo en las fábricas.
 De hecho, de estudios previos surge que el 85% de las empresas afirma tener planeado
introducir innovaciones en su negocio en los próximos 5 años, ya sea en desarrollo de
nuevos productos, cambios en procesos o desarrollo de mercados, lo que involucra
incorporar personal para afrontar el desafío.
 A nivel sectorial, la percepción de las empresas sobre sus actividades tiende a coincidir
con las perspectivas a 2020 de ABECEB. El nuevo ciclo económico tendrá como
principales dinamizadores del crecimiento al complejo agro-alimentario y a la
construcción. Por su parte, los servicios intensivos en conocimiento (como software)
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tienen importantes perspectivas de expansión, si bien son actividades más incipientes.
La metalmecánica también aparece entre los que más dinamizarán la demanda técnica.
 A nivel regional, en el NEA y luego Cuyo es donde se localizan las empresas con mayores
expectativas de incrementar el personal técnico durante el próximo quinquenio.
 El interrogante es si esa mayor demanda de perfiles técnicos podrá ser cubierta por la
oferta educativa, que ha crecido en los últimos años por debajo de los niveles
requeridos por el sector productivo. Ante esta cuestión, las empresas perciben que la
disponibilidad de mano de obra calificada podría ser un limitante para el desarrollo de
sus planes de negocios de aquí a 2020, en vista al panorama actual.
 En términos de capacidades laborales, los cambios tecnológicos y la estandarización de
los procesos de trabajo generarán una creciente demanda de todo el espectro de
habilidades transversales o “blandas” (conocimientos no específicos, metodología de
trabajo, cuestiones actitudinales).
 La gestión de la calidad, las habilidades de trabajo en equipo y la capacidad de adaptarse
a nuevas tecnologías serán las habilidades transversales más valoradas al año 2020,
según proyectan las empresas relevadas. El trabajo en equipo será también la gran
habilidad “emergente” (la que más incrementará su relevancia), según afirman con
consenso las empresas de todos los sectores. También se destacan como habilidades
emergentes el manejo de herramientas digitales y el conocimiento de normas y
reglamentos.
 Si bien las de arriba serán las habilidades críticas y emergentes, se observan otras
habilidades que tendrán una alta relevancia y cuyo grado de satisfacción actual es
relativamente bajo. Éstas se relacionan con aspectos motivacionales, con la capacidad
de construcción y entrenamiento de equipos y con la capacidad de análisis de los
empleados. Es que a medida que las rutinas de trabajo mecánico y repetitivo pierden
ponderación en el proceso productivo, el empleado requerido se torna más sofisticado y
se ve cada vez más expuesto a la toma de decisiones de mayor complejidad.
 En cuanto a los perfiles específicos, los principales “cuellos de botella” -considerando el
crecimiento esperado a futuro y las dificultades actuales para conseguir personal- se
prevén en los especialistas en control de calidad, informática y programación, vialidad,
electrónica, química, metalurgia, diseño y gastronomía.
 En conclusión, la disponibilidad de oferta de mano de obra calificada será esencial para
la competitividad y el desarrollo económico de la Argentina en el próximo quinquenio.
En este marco, existen espacios de acción para mejorar el aporte del sistema educativo a
la actividad productiva. Se deberá trabajar en los incentivos para atraer a los jóvenes
hacia la escuela técnica (y motivarlos a mantenerse en ella hasta el nivel Superior).
También en la adecuación de los contenidos, la mejora de la calidad docente y de la
gestión de las escuelas, la ampliación de los ámbitos para el desarrollo de las actividades
prácticas, y el estrechamiento de la articulación entre las entidades académica de
enseñanza y de investigación y el sector productivo, con transferencias de
conocimientos en ambos sentidos.

Fuente: INET

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