El crecimiento global continúa, pero se intensifican los riesgos
por la posibilidad de una guerra comercial y el endurecimiento de
las condiciones de financiación global
La falta de acceso al crédito externo frustró la estrategia gradualista
del gobierno argentino y para evitar un ajuste desordenado se solicitó un
préstamo Stand By al FMI sujeto al cumplimiento de metas fiscales más estrictas y compromiso de reforzar
la independencia del BCRA
La economía se contraerá en 2T y 3T18 por impacto de la sequía y de la crisis cambiaria para comenzar a
recuperarse en el último trimestre. Tras un muy buen 1T, el PIB crecerá 0,5% en 2018 y 1,5% en 2019
La inflación acelerará en 2018 a 29,6% a/a y 20,8% en 2019 por efecto de la depreciación del tipo de cambio,
el aumento del precio del petróleo y los ajustes de tarifas. Las nuevas metas acordadas con
el FMI son más relajadas pero podrían excederse si el pass through no se mantiene contenido
La política monetaria se endureció para moderar la volatilidad del tipo de cambio y la aceleración de la inflación.
La baja de tasas será muy gradual y con más volatilidad tras la complementación del esquema de política
monetaria con el seguimiento de agregados monetarios
Los objetivos fiscales comprometidos con el FMI para 2018 podrán ser alcanzados con holgura pero en
el mediano plazo implican un ajuste del gasto primario acumulado de 3,7 pp del PIB en 3 años y su logro
requerirá alcanzar acuerdos políticos que se deberían ver reflejados en la próxima Ley de Presupuesto
El ajuste del déficit del sector externo será lento, de 0,8 % del PIB entre 2018-19, principalmente en base a
reducción de importaciones, particularmente de turismo, ya que lograr mayor dinamismo de las exportaciones
requiere de un tipo de cambio real depreciado y estable