Radiografía de los deudores del sistema financiero argentino

Desde 1994, la Central de Deudores del Sistema Financiero del BCRA (CENDEU) recoge datos acerca de las personas humanas y jurídicas que tienen algún tipo de financiación en el sistema financiero1. Hoy, en la era del big data, la explotación de datos se ha convertido en una herramienta fundamental para la toma de decisiones de política económica.

En consecuencia, la explotación de los datos disponibles en la CENDEU permite generar información que puede ser utilizada como base para el desarrollo de políticas y acciones tendientes a aumentar el acceso al crédito de la población argentina. En este contexto, el propósito de esta nota consiste en analizar y describir algunas características de los deudores del sistema financiero.

En tal sentido, para llevar a cabo el análisis en cuestión se obtuvieron datos de “deudores” para el período octubre 2017 que fueron remitidos al BCRA por entidades financieras, fideicomisos financieros, entidades no financieras emisoras de tarjetas de crédito/compra y/u otros proveedores no financieros de créditos. Al respecto, se consideran “deudores” a las personas humanas residentes de 18 a 95 años que tienen al menos una financiación en el sistema financiero. A continuación, se presenta la información generada con relación a distribución geográfica, género y grupo etario de los deudores, así como la desagregación por tipo de endeudamiento.

Distribución geográfica de los deudores

Considerando la totalidad de los tipos de financiamiento disponibles en el sistema financiero, el 48% de la población adulta2 de la República Argentina tiene algún tipo de financiación en el sistema financiero3.

A nivel provincial, la distribución de los deudores4 muestra que la mayor proporción se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), en la que el 78% de la población adulta tiene algún financiamiento en el sistema financiero.

Del lado opuesto del espectro, la provincia con la menor proporción de deudores del país es Santiago del Estero, donde el 30% de la población adulta tiene algún financiamiento.

A nivel regional, resulta interesante destacar que todas las provincias que conforman la Patagonia poseen una proporción de deudores mayor que el promedio nacional (47%), mientras que todas las provincias que conforman el Noroeste y el Noreste Argentino poseen una proporción menor al promedio.

Género de los deudores5

A nivel nacional, 44% de las mujeres adultas tiene algún tipo de financiamiento en el sistema financiero, mientras que en el caso de los hombres adultos ese porcentaje asciende a 52% (Gráfico 1).

Realizando el análisis a nivel provincial, la mayor proporción de hombres adultos con al menos una deuda en relación con la proporción de mujeres adultas con al menos una deuda se repite a lo largo de todo el país (Gráfico 2).

Los valores muestran que existe una diferencia entre el endeudamiento de los hombres y las mujeres adultas, cuyas causas podrían estar asociadas, entre otras, con la participación de cada género en el mercado laboral: las mujeres tienen una menor tasa de actividad en el mercado laboral6 (47% vs. 69% de los hombres) y una menor tasa de empleo7(42% vs. 64% de los hombres)8. Por otro lado, de la comparación de ambas series, surge que la diferencia entre la tasa de actividad y personas con al menos un financiamiento es mas significativa en el caso de los varones (69% vs. 52%) que en el caso de mujeres (47% vs. 44%).

Tipo de endeudamiento

El tipo de endeudamiento que más se observa entre los argentinos adultos es a través de tarjetas de crédito bancarias9: el 30% de la población adulta tiene al menos una asistencia de este tipo (Gráfico 3). En segundo lugar, el 19% de la población adulta argentina tiene al menos un préstamo personal. De esta manera, si se comparan estos porcentajes con la proporción de la población adulta argentina que posee préstamos hipotecarios (0,6%), se aprecia que este último tipo de financiamiento tiene una cobertura significativamente menor10.

Una observación interesante surge al considerar el género de los deudores: en todos los tipos de financiamiento, existen más deudores hombres que mujeres. Así, se observa que, para el caso de las tarjetas de crédito bancarias y los préstamos personales, el 53% de los deudores es del género masculino. En el caso de las deudas hipotecarias, la diferencia es aún más notoria: el 66% de estos créditos se encuentran en cabeza de hombres y sólo 34% de mujeres.

Edad de los deudores

En lo que respecta a la edad de los deudores, se observa que la mayor cantidad de personas que tienen al menos un financiamiento en el sistema financiero nació en el año 1979, por lo que en la actualidad tiene 38 años (Gráfico 411).

En todas las edades hasta los 60 años, la cantidad de mujeres con algún financiamiento es menor que la cantidad de hombres con algún financiamiento. A partir de los deudores de 61 años, la proporción se invierte, registrándose más mujeres con algún financiamiento que hombres con algún financiamiento.

En términos relativos a la pirámide poblacional, la serie muestra dos rangos con alta proporción de deudores, uno en la mitad del ciclo laboral de las personas (entre 38 y 43 años), el cual coincide con la cantidad máxima de deudores en términos absolutos, y el otro rango luego de finalizar la vida laboral (entre 66 y 73 años), el cual posee en términos absolutos aproximadamente la mitad de deudores en relación al máximo de la serie.

De lo analizado, surgen ciertas diferencias en la distribución geográfica de los deudores, en el comportamiento por género y en la edad de endeudamiento de los argentinos. Aprovechando la riqueza de los datos de la CENDEU, sería interesante realizar el mismo ejercicio observando el comportamiento de las variables a lo largo del tiempo.

Natalia Isi y Germán San Lorenzo


1 Texto ordenado disponible en http://www.bcra.gob.ar/Pdfs/Texord/t-RI-DSF.pdf.
2 Personas de 15 años o más.Se consideró este criterio de población adulta siguiendo el estándar utilizado por el Banco Mundial para sus indicadores de inclusión financiera.
La población adulta correspondiente al año 2017 se calculó en base a las estimaciones y proyecciones del INDEC disponibles en: https://www.indec.gov.ar/nivel4_default.asp?id_tema_1=2&id_tema_2=24&id_tema_3=85.
3 Para la elaboración del análisis, la información se consolida a nivel de deudor individual, tanto en una misma entidad financiera (en caso de que el mismo deudor posea varias líneas de financiamiento) como entre entidades (en caso de que el individuo sea deudor en distintas entidades al mismo tiempo).
4 La distribución geográfica de los deudores se realiza de acuerdo con el domicilio declarado ante la AFIP. En consecuencia, podría darse el caso de deudores que migran de jurisdicción para obtener financiamiento (por ejemplo, residentes de la provincia de Buenos Aires que toman un crédito en CABA), así como el caso de ciudadanos que se mudan de provincia, pero no actualizan su domicilio ante la AFIP.
5 CENDEU registra los préstamos hipotecarios, personales y prendarios por su deudor principal. En consecuencia, en el caso de una familia que toma un préstamo para el que ambos integrantes de la pareja computan sus ingresos, el financiamiento es registrado en CENDEU únicamente en cabeza del deudor principal (hombre o mujer).
6 Calculada como el porcentaje entre la población económicamente activa y la población total de 14 años y más.
7 Calculada como el porcentaje entre la población ocupada y la población total de 14 años y más.
8 Datos de la Encuesta Permanente de Hogares del segundo trimestre de 2017. Disponibles en: hhttps://www.indec.gob.ar/uploads/informesdeprensa/indicadores_eph_2trim17.pdf.
9 A diferencia del análisis llevado a cabo para la distribución geográfica, el género y la edad de los deudores, el análisis por tipo de endeudamiento no considera los deudores de tarjetas de crédito emitidas por empresas no financieras.
10 Para la determinación de la cantidad de deudores por tipo de financiamiento, la información se consolida a nivel de deudor individual y de tipo de financiamiento. Así, si un individuo tiene más de un tipo de asistencia, por ejemplo un préstamo personal y una tarjeta de crédito, contará como un deudor en ambas categorías. De igual manera, si un individuo tuviera dos tarjetas de crédito (de la misma o de distintas entidades) y un préstamo hipotecario, contaría como un deudor en la categoría tarjetas de crédito y un deudor en la categoría préstamos hipotecarios.
11 No existe una definición que determine precisamente el inicio y fin de cada generación. Habiendo consultado diversas fuentes, se consideró para la elaboración del gráfico presentado i) Baby Boomers, a los nacidos con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial y hasta 1964, ii) Generación X, a los nacidos entre 1965 y 1981, y iii) Millennials, a los nacidos entre 1982 y 1994.

Fuente: BCRA

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