La inflación e inestabilidad cambiaria fueron los rasgos más
notorios de los últimos años. El modelo de liberalización tarifaria
y flotación del tipo de cambio, las causas de la volatilidad.
• La eliminación de los subsidios reflejó la apuesta por los
mecanismos de mercado para la determinación de los diferentes
precios de la economía. En este marco, es ilusorio pensar un
esquema tarifario determinado por la oferta y la demanda, sin
una convergencia alcista en los precios.
• Una expresión cabal de este fenómeno se ve en el mercado
petrolero, en la cadena de valor del crudo hasta la venta de
combustible en surtidores
• Es de destacar que, en tanto insumo primordial en cualquier
actividad productiva, de manera directa o indirecta, su trayectoria
es altamente relevante a la hora de evaluar la competitividad de
cada país.
• En la determinación de este precio tan trascendente, la lógica
desde 2016 también verificó una tendencia constante a la
liberalización. La reducción en el subsidio del Estado sobre los
combustibles se coronó en septiembre de 2017 cuando el precio
interno se terminó de acoplar a su referencia internacional.
• En la presente infografía analizamos la evolución reciente del
precio del combustible, estudiando las consecuencias del nuevo
esquema comercial. Además, comparamos la trayectoria de
precios internos con la de otras economías de la región. Por
último, indagamos en los puntos de contacto entre el poder de
compra de los salarios y los precios de los combustibles.
• En la comparativa regional, Argentina se posiciona entre los
países más caros de la región en relación al costo del
combustible. Su posición en el ranking se mantiene a pesar de la
devaluación, que tendió a “abaratar” el precio en dólares. Así,
nuestro país continúa siendo la segunda economía con naftas
más caras de la región, siendo solo superada por Uruguay.
• Ampliando la lupa, el país tampoco se encuentra en una posición
favorable a nivel mundial. Comparando valores promedio en
dólares, el precio en Argentina está por encima de África, Asia y
América, y sólo por debajo de la región europea.
• Puertas adentro, el aumento promedio del precio en surtidor fue
de 128% en promedio (en pesos). De manera desagregada, el
Gasoil subió 118%, la Nafta Súper 126%, el Euro 129% y la Nafta
Premium 141%. En todos los casos, por encima de la suba media
de precios del período, que se posiciona en torno a 116%.
• En materia de poder adquisitivo, en noviembre de 2015 el salario
medio alcanzaba para comprar casi 1045 litros de nafta, mientras
que, en agosto del corriente año, sólo se pueden adquirir 906
litros, en promedio.
• En comparación a otras medidas de ingreso los resultados son
similares. Por caso, con una jubilación mínima se podían adquirir
293 litros a fines de 2015, mientras que en el presente se
compran sólo 229 litros (-22%). Asimismo, con una AUH se
conseguían 186 litros cuando en la actualidad alcanza para 145.
• Pero el fenómeno inflacionario no es el único efecto pernicioso
del modelo de explotación actual del mercado de hidrocarburos.
Lejos de favorecer la producción, en la primera mitad del año la
extracción de petróleo crudo bajó se mantiene un 9% abajo
respecto a igual período de 2015. Todas las provincias, menos
Tierra del Fuego, vieron menguado su volumen de producción.
• Con todo, producto de la desregulación del mercado, el precio del
combustible aumentó hasta 141% en los últimos 34 meses.