Con la firme determinación de no dejar a nadie atrás en el contexto actual del desarrollo mundial, la
Comisión Europea, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Centro de
Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) se han unido para
conducir un debate oportuno sobre la forma de lograr que las relaciones internacionales tengan una
mejor capacidad de respuesta y sean más pertinentes y adecuadas a los objetivos trazados.
Desde la perspectiva del desarrollo en transición, en el presente documento, preparado conjuntamente
por la CEPAL y el Centro de Desarrollo de la OCDE, se plantea que algunas economías en desarrollo
y emergentes han aumentado su nivel de ingresos nacionales, pero continúan enfrentando retos
formidables vinculados a los aspectos multidimensionales del desarrollo. Esto requiere un enfoque
más amplio de la cooperación internacional para que, combinada con políticas nacionales eficaces,
pueda prestar un mejor apoyo a los países a medida que ascienden en la escala de ingresos y buscan
la manera de convertir el aumento de estos en beneficios duraderos en materia de desarrollo.
En el análisis que aquí se presenta se esbozan algunas de las características de un nuevo paradigma
de la cooperación internacional para el desarrollo. Este paradigma reconoce que el desarrollo es un
proceso continuo, entiende que todos los países —cualquiera sea su nivel de ingresos— enfrentan
retos vinculados al desarrollo, reconoce los beneficios de las medidas multidimensionales, considera
oportunas las estrategias nacionales específicamente diseñadas y orienta la agenda multilateral hacia
la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, apoya el fortalecimiento de las estructuras de
gobernanza multilateral, en particular mediante la cooperación Sur-Sur y la cooperación triangular, y
amplía las herramientas de la cooperación más allá de los instrumentos meramente financieros para
incluir, por ejemplo, el intercambio de conocimientos, el desarrollo de la capacidad y la transferencia
de tecnología.
Si bien las reflexiones sobre el desarrollo en transición pueden haberse iniciado a partir del evidente
desequilibrio entre los niveles de ingreso y desarrollo, reconocemos que la importancia de esta cuestión
va mucho más allá. La globalización ha traído beneficios en términos de una economía mundial más
interconectada, pero aún persisten las desigualdades y hay diversas reacciones políticas negativas.
Nos enfrentamos a un mundo mucho más complejo, multipolar y con múltiples partes interesadas. Esta
dinámica cambiante tiene consecuencias en las políticas, las prácticas, los procesos y las alianzas que
forjamos para alcanzar un desarrollo inclusivo y sostenible. En este documento se procura enmarcar
mejor el análisis y la comprensión de estas consecuencias para los países —cualquiera sea su nivel
de desarrollo— y en la forma en que cooperan entre sí.
Si bien este análisis se centra en América Latina y el Caribe —una región heterogénea y diversa,
con retos para el desarrollo tanto estructurales como nuevos—, tiene un ámbito de aplicación más
amplio y resulta sumamente pertinente para otras regiones. Dada la universalidad de la Agenda
2030, que se refleja en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, el desarrollo nos concierna a todos. La
búsqueda común de bienes públicos regionales y globales en los que todos tenemos interés —como la
sostenibilidad ambiental, la acción relacionada con el clima, la seguridad y la difusión de la innovación y
la tecnología— pone de relieve la urgencia de establecer nuevos enfoques respecto de la cooperación
internacional. Las ideas formuladas en este documento son un punto de partida útil para un análisis
profundo y muy necesario, y establecen la agenda para poner en práctica políticas y acciones de
cooperación de alcance más amplio.