Avances en materia de energías sostenibles en América Latina y el Caribe

Resultados del Marco de Seguimiento Mundial, informe de 2017

Resumen
América Latina y el Caribe (ALyC) está realizando importantes esfuerzos con el fin de alcanzar la
universalización del acceso a la energía eléctrica. La brecha se ha ido acortando cada vez más, y si
bien la mayor parte de las zonas que aún quedan sin electrificar son las de más difícil acceso, de
mantenerse las actuales tasas de incremento se podría alcanzar el objetivo de cobertura eléctrica total
fijado para el 2030 por la Iniciativa Sustainable Energy For All (SE4ALL) y establecido en la Agenda
2030 para el Desarrollo Sostenible (ADS2030).
La subregión Caribe presenta un rezago relativo importante, donde se constata con inquietud
la ralentización en el crecimiento de la cobertura experimentada en los últimos años. El muy bajo
nivel de cobertura eléctrica que presenta Haití explica en gran parte los bajos guarismos de este
indicador para la subregión Caribe, en la medida que de los siete millones de habitantes sin acceso a la
electricidad, 6.5 millones residen en Haití.
Importa también destacar el esfuerzo que vienen realizando muchos de los países de la región
por implementar acciones tendientes a que los hogares de menores recursos puedan acceder al
consumo eléctrico en condiciones ventajosas y, en algunos casos, a facilitar la adquisición del
equipamiento eléctrico necesario.
La evolución del indicador de acceso a fuentes modernas en el uso cocción muestra que si bien
la tendencia es creciente, la tasas de crecimiento se han ido ralentizando. De mantenerse esta tendencia,
la región tendría dificultades para alcanzar al 2030 el objetivo fijado por el SE4ALL y por la ADS2030.
También en esta materia se verifica un mayor rezago en la subregión Caribe, y si bien cabe
señalar que las tasas anuales incrementales de participación han sido superiores a las registradas para
el conjunto de la región ALyC, aun si se mantuvieran los actuales valores de dichas tasas, la subregión
Caribe estaría muy lejos de poder alcanzar las metas en dicha materia al año 2030.
Desde hace más de 2 décadas, ALyC es la región del mundo que presenta la menor intensidad
energética. Pero como consecuencia de este exigente punto de partida, registra también las tasas de
reducción más bajas. Dichas mejoras frecuentemente se deben a una reducción en el uso de la leña y
su reemplazo por fuentes más eficientes como el gas, y también por la adopción de programas de
fomento a la eficiencia energética, siendo el sector industrial es el que más aportado a la reducción de
la intensidad energética. Un hecho a destacar es que gran parte de la reducción de la intensidad se
debió a mejoras de eficiencia, en tanto el efecto estructura tuvo poca incidencia en la evolución
del indicador.

La región presenta una significativa participación de fuentes renovables en relación al
consumo final total de energía y ocupa el primer lugar en relación a otras regiones del mundo, en
cuanto a la participación de fuentes modernas renovables de energía. Si bien la evolución de dichas
fuentes muestra una leve tendencia decreciente, importa resaltar el importante crecimiento que viene
experimentado la región en el desarrollo de las energías renovables no convencionales y también
hidroeléctricas, lo que genera expectativas favorables para que dicha tendencia pueda revertirse.

Fuente: CEPAL

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