Luego de un primer semestre con récord histórico de ventas, el mercado automotriz
argentino se hundió abruptamente como consecuencia de las crisis cambiarias sufridas
en los meses de abril y septiembre que derribaron la confianza del consumidor, sumado
a la repentina pérdida de poder adquisitivo y a la elevación de las tasas de interés que
obstaculizaron el financiamiento de los automotores.
El derrumbe de la demanda derivó en un importante sobrestock de unidades con el costo que conlleva mantenerlo en el
tiempo, produciendo pérdida de rentabilidad para las concesionarias.
A pesar de los factores que provocaron la crisis en el mercado automotor, gracias a la buena performance de los primeros
meses de 2018 el año terminará con cifras aceptables tanto en producción como en patentamientos.
Por otro lado, las exportaciones del sector tomaron un impulso muy importante en los últimos meses de 2018, superando
en el total lo exportado durante el año anterior (BBVAe: +30% a/a) y destacándose el repunte del segmento de vehículos
utilitarios.
Para 2019 se pronostica una mejora en el sector en el segundo semestre a partir del esperado crecimiento sostenido de Brasil, de la disminución de la inflación y la reducción de tasas de interés. No obstante, las ventas totales en el mercado interno caerían un 4,8% a/a.